Bienvenid@ al capítulo #9 del Laboratorio de Viajes Creativos, la newsletter en la que, una vez al mes, muestro propuestas, experimentos y recursos sobre viajes, arte y creatividad.
Este capítulo va a tratar sobre tiempo.
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El ser humano no está hecho de células, está hecho de tiempo: esa es la unidad con la que realmente medimos nuestra existencia.
Mañana, 1 de marzo, hará 10 años que hice la primera publicación de mi blog, Un Viaje Creativo1, y dejé mi vida como fisioterapeuta para pasar a ser creador de contenido/periodista/blogger. A la vez, sucede que esa misma cifra, 10 años, es el lapso de tiempo que fui fisio (profesión que inicié en 2005) hasta que hice ese quiebro vital.
Aunque ahora (casi) siempre me presento como creador de contenido; en mi cabeza, de forma involuntaria, siempre me he percibido como fisio, seguramente debido a que es la carrera que estudié y la profesión a la que más tiempo me había dedicado en mi vida.
Hasta ahora.
Desde mañana, cada minuto que pase escribiendo y publicando van a hacer que el fisio comience a perder en la balanza y se aleje en la espiral del tiempo. Y eso, no sé por qué, me da algo de vértigo.
También sucede, de forma paradójica, que este año es , justamente, el que menos atención le estoy prestando a mi blog, que lleva parado ya unas cuantas semanas. Puede que sea por Maia (mi hija de un año), por un cambio en prioridades profesionales, por aburrimiento, por resignación ante la IA que acecha… o por todas estas cosas a la vez.
En cualquier caso, es el tiempo el que me ha hecho pensar todo esto. El tiempo, la unidad en que medimos nuestra existencia.
En este capítulo voy a explorar el tiempo a través de:
🎨 Un viaje creativo: “Autonautas de la cosmopista”, de Julio Cortazar y Carol Dunlop
🗺 Una historia creativa: El gemelo digital de Tuvalu
🧪 Un experimento: “I Went” de On Kawara
🔥 Un disparador creativo: La Cápsula del tiempo de Soportújar, en la Alpujarra Granadina
📲 Un recurso TravelTech: Calendario Histórico
I.D. (Interdata): al final del mail hay una encuesta donde puedes elegir qué sección te ha gustado más. Si lo contestas, me ayudas a crear nuevos capítulos.
🎨 Un viaje creativo: “Autonautas de la cosmopista…”, de Julio Cortázar y Carol Dunlop
“…o un viaje atemporal París-Marsella”. Esa es la segunda parte del título de este libro, escrito por la pareja formada por Cortázar y Carol Dunlop.
Un viaje atemporal: ese era el objetivo final de aquel loco (loquísimo, maravilloso) viaje que emprendieron Cortázar y Dunlop en verano de 1982. Un viaje finito a lo largo de una autopista (de París a Marsella) y a bordo de una furgoneta roja (Fafner) cuyo objetivo era plantarle cara al tiempo y al movimiento geográfico a través del juego y las palabras.
¿Cuál era el reto? No abandonar nunca la autopista y parar en dos áreas de descanso cada día. La aventura fue reflejada en un cuaderno de bitácora (el libro en sí mismo) donde registraron, desde la realidad y la ficción, todo lo que se encontraron en el camino: fauna, flora, especímenes, artefactos, pensamientos...
Aquel viaje fue un experimento, un juego, una investigación, un viaje creativo que duró poco más de un mes y que dio lugar a uno de los libros de viaje más especiales que existen; más aún, si cabe, porque fue el último escrito por ambos: murieron no mucho después (Dunlop en noviembre del 82, Cortázar en 1984). Este hecho, que en el caso de Dunlop aparece incluso reflejado en el libro con unas palabras finales y emocionantes de Cortázar, hizo que ese extraño viaje atemporal se convirtiese en eterno.
🗺 Historia creativa: El gemelo digital de Tuvalu
Imagina un mundo paralelo, en mitad de un océano casi infinito, donde cada arrecife de coral, cada palmera y cada cabaña de pescadores se replica con una precisión milimétrica. Un mundo donde las artesanías, las vestimentas, los cantos tradicionales resuenan en el éter digital y las historias de los ancestros se transmiten a través de código binario.
Lo que acabo de describir no es un relato de ciencia ficción, es la descripción del gemelo digital que está creando el estado polinesio de Tuvalu, un refugio virtual para un pueblo amenazado.
INCISO: Un gemelo digital es una representación virtual de un objeto o sistema físico. Puede ser cualquier cosa: un motor de avión, una ciudad entera o incluso el cuerpo humano. Lo importante es que este gemelo virtual es una copia exacta del original, con todas sus características y comportamientos.
El proyecto del gemelo digital de Tuvalu2 comenzó en 2022, año a partir del cual se comenzaron a realizar escaneos tridimensionales de las 124 islas de Tuvalu utilizando tecnología LiDAR. Pero, ¿por qué hizo esto Tuvalu?
Este país insular se encuentra en una carrera contra el tiempo y el cambio climático, el cual amenaza con engullir sus islas, borrando su existencia del mapa y, con ello, sus tradiciones ancestrales. Se calcula que gran parte del territorio e infraestructuras críticas de Tuvalu podrían quedar sumergidas con la marea alta para el año 2050.
Ante esta sombra inminente, el país decidió emprender un éxodo digital hacia un territorio inexplorado: el metaverso. La prioridad principal es preservar la identidad y la cultura de Tuvalu ante la amenaza de desaparición, por lo que el proyecto se enfoca en digitalizar elementos clave como el territorio, la historia, el arte y las tradiciones.
Con el gemelo digital, las generaciones futuras de la nación de Tuvalu podrán experimentar su tierra natal incluso si se hunde, pero… ¿podrá este gemelo digital capturar la esencia de Tuvalu? ¿Podrán sus futuros habitantes, dispersos por el mundo, encontrar consuelo en esta realidad virtual? ¿Será el gemelo digital el último vestigio de una civilización perdida?
🖖 Breve inciso autopromocional:
Hace poco empecé, a través de mi blog, un servicio de diseño de rutas e itinerarios personalizados por Galicia (donde vivo).
Yo me encargo de planear la ruta día a día y a medida y el viajero de confirmar el itinerario y contratar las actividades y alojamientos. Si vais a venir de viaje o conocéis a gente que le pueda interesar, agradezco la difusión.
🧪 Un experimento: “I Went” de On Kawara
Al igual que ocurrió con el Laboratorio #8, en esta newsletter no voy a hablar de un experimento realizado por mí. En realidad, tampoco va a ser un experimento como tal, ya que se trata de una obra de arte llevada a cabo por uno de los artistas más singulares del siglo XX, el japonés On Kawara.
👉 El experimento:
“I Went” consiste en un conjunto de mapas de ciudades que Kawara recorrió durante sus viajes entre 1968 y 1979. Cada día, trazaba su recorrido en un mapa y lo fechaba. La serie es un registro de su presencia física en el mundo y del paso del tiempo a través de sus movimientos.
El tiempo es un concepto fundamental en la obra de On Kawara. Sus series "Today" (pinturas de fechas), "I Got Up" (postales donde registra el momento en que se levantaba cada día), "I Met" (mapas con personas encontradas durante un recorrido), "I Read" (periódicos leídos) también son maneras de registrar el paso del tiempo y su propia existencia en el mundo.
👉 Resultados del experimento:
On Kawara está sumamente interesado por las formas en que los humanos experimentan y registran el tiempo. A través de I Went y el resto de series On Kawara no solo mide el tiempo, sino que también reflexiona sobre su naturaleza efímera y la relación del ser humano con él.
🔥 Un disparador creativo: La Cápsula del tiempo de Soportújar, en la Alpujarra
El 16 de Agosto de 2015, los habitantes del pueblo de Soportújar, en plena Alpujarra granadina, sellaron y ocultaron en la plaza principal del pueblo un mensaje para los soportujeros del futuro. Es la Cápsula del Tiempo3 de Soportújar, que se abrirá el 16 de agosto de 2065.
Contando con que la media de edad de los 283 habitantes de la población es de 53 años (un 7,8% es menor de 20 y un 25,8 mayor de 65)4, en el momento en el que se abra la cápsula, la mayoría (sino todos) de los que estuvieron presentes en el sellado habrán sido devorados por el tiempo.
Aunque esta propuesta tuvo más un objetivo de reclamo turístico, el mero hecho de que toda una población haya dedicado este esfuerzo colectivo para nadar contra el tiempo ya me parece un auténtico disparador creativo. ¿Qué pondrías tú en una cápsula del tiempo para que viesen las generaciones futuras? ¿Qué piensas que merecería la pena salvar del flujo del tiempo?
📲 Un recurso TravelTech: Calendario Histórico
Un día como hoy, 28 de febrero, de 1954, Estados Unidos detona una bomba de hidrógeno en el atolón Bikini, cuya lluvia radioactiva contamina a la tripulación de un pesquero japonés y a los propios soldados estadounidenses.
También un día como hoy, de 1940, en el Madison Square Garden se transmite por televisión el primer partido de baloncesto. Mientras tanto, este mismo día, esta vez de 1780, un terremoto de magnitud 7,4 causa cerca de 200.000 muertos en Irán.
Y todo esto, con solo deslizar un dedo sobre la pantalla del móvil.
La app Calendario Histórico permite, literalmente, tener el tiempo en tus manos. Mediante una conexión a los datos históricos de Wikipedia, ordenados por titulares, acontecimientos, nacimientos o defunciones, se puede comprobar qué ocurrió en el pasado día tras día, como quien revisa la lista de tareas. Todo lo que no tiene de práctico, lo compensa con la curiosidad de asomarse, durante unos segundos, por una ventanita del espacio-tiempo para ver cómo fueron otras vidas distantes y ahora extintas.
Una lucha contra el olvido convertida en pasatiempo.
Y ahora, tú
En cada capítulo te preguntaré cosas y haré encuestas, para ir teniendo feedback y saber si el contenido es el adecuado o necesita revisiones.
Y hasta aquí la nueva edición del Laboratorio de viajes creativos.
Si te ha gustado, te agradecería muchísimo que lo compartieses con tus conocidos, a ver si les apetece apuntarse al Laboratorio.
Un abrazo y hasta el número #10 que llegará a las 10:30 AM en horario español del último viernes de marzo.
Lo de los gemelos digitales es algo que me parece magnífico a la vez que inquietante. Por un lado, la idea de preservar una cultura, un territorio o incluso una identidad en un entorno digital tiene un potencial enorme. Sería como una cápsula del tiempo interactiva, una memoria colectiva que no sólo se conserva, sino que puede seguir evolucionando.
Pero por otro lado, me inquieta hasta qué punto un gemelo digital puede capturar la esencia de un lugar o de una comunidad. ¿Qué ocurre cuando la experiencia se reduce a una simulación? ¿Podemos realmente "habitar" un territorio que ya no existe más allá del código?
P.D. ¡A por otra década de historias! ¡Feliz deceniversario! A lo mejor en poco tiempo deja de estar de moda lo de presentarnos -identificarnos- con nuestra profesión :)
El proyecto de Tuvalu me parece un ejemplo magnífico del uso de la tecnología de forma constructiva. Esa manera de preservar el conocimiento será cada vez más vital y necesaria. En los siguientes siglos, inevitablemente, ocurrirán catástrofes de todo tipo que harán que se pierdan para siempre algunos lugares del mundo. No vamos a poder evitar todos, pero sí que tenemos la tecnología para preservarlos de forma efectiva en la memoria colectiva.
PS: Enhorabuena por esos 10 años, y por poder dedicarte a la creación de contenido :).